No quiero que pase desapercibido este evento que aportó una nota de glamour a las aburridas vidas de todos aquellos que hace una semana vieron cómo aparcaban seis Mercedes y BMW blindados con las lunas tintadas en la puerta de El Corte Inglés de la ciudad.
De ellos se bajaron varias mujeres, tres o cuatro, con trajes de chaqueta cubiertas de arriba abajo y con un pañuelito en la cabeza, cada uno de un color, amarillo, rojo, gris... Supongo que sería para distinguirlas unas de otras. Estaban rodeadas de guardaespaldas gigantescos, totalmente peliculeros.
Y aparcaron, aparcaron delante de la obra del aparcamiento sin importar nada. Varios coches se fueron cuando ellas entraron en los grandes almacenes. Esos coches llevaban una bandera malaya en la esquina superior derecha de la luna delantera. Posteriormente me he enterado que se botó en los astilleros de esa milenaria ciudad de Cartagena un submarino para el gobierno malayo, con la presencia de los reyes de ese país...
Malasia mola por las torres Petronas y, sobre todo, por su circuito de fórmula 1, uno de mis favoritos (y de todos los pilotos). Pero lo que más me ha molado sin duda, es que el Rey se elige democráticamente por cinco años entre todos los sultanes. Coño, yo creía que Naboo era el único país con una "monarquía electoral". ¿Significa eso que en Naboo eran musulmanes?.
La estampa de las malayas entrando en El Corte Inglés no tuvo precio. O sea, ¿estaban buenas o eran cayos malayos? Nunca lo sabremos, estaban muy tapadas. Si los colores de los pañuelos en la cabeza evocaban las fichas de parchís ¿dónde estaba la ficha verde?. Es decir, ¿quienes eran?, tal vez las sirvientas de las sirvientas de las asistentes de la secretaria personal de la mujer de confianza de la Reina?.
En todo caso la palabra que vino a la mente de todos fue la misma: PETRODÓLARES. Petrodólares de Petronas.
Al final, por lo visto, no les gustó mucho, porque salieron tras una hora o dos con alguna bolsita. Me imagino el cuchitril que tuvo que parecerles ese gran almacén a unas personas que tienen grifería de oro en el yacuzzi del perro.
Dios... qué miserables vidas las nuestras, que nuestros sueldos no valen ni lo que una llanta de esos coches blindados. Fue un auténtico soplo de aire fresco... Algo que rompió la rutina de nuestras vidas de oficinistas.
8 comentarios:
Jo, si lo llego a saber las invito a unos simulacros con quintos en el Jesuso, que eso si que es glamour...
Antonio, vi tus comentarios en "último pase"... Conoces a mi sensei Toranosuke??? Estás en todas partes, empiezo a pensar que eres como Neo...
Ciertamente Rentero, eran un auténtico braguetazo!!!
Aaaahhhh... ya te tengo localizado ;-)
Y espero no ser como Neo, que me fastidiaría que me llenasen el cuerpo de puertos de conexión!!!
Pues sí, le conozco, y no sólo eso, sino que formamos parte de "La Banda de los Cuellos Subidos", cuadrilla de impenitentes jugadores de Mah-Jong, con partidas que duran semanas (meses) y que se alargan hasta despuntar el alba... ¿juegas tú tb al MJ?
Sobre las malayas... chico, la próxima vez avisa!!!
Cómo me alegro de que hayas vuelto! He entrado pensando... contará lo de las malayas?
Bien, Goliadkin, bien.
Que sepas que la vida bloguera es compatible con la vida personal... jeje. Poco a poco.
Emocionante detallazo el de Ginger y el sushi take-away.... me muero de la sana envidia/me megaalegro a la vez por tí, mi querido amigo....sed felices. Te lo mereces más que nadie. Anda, cantaros esto...
http://es.youtube.com/watch?v=Ex6L2COExAE&feature=related
Se os quiere
Muchas gracias Sushi, ya sabes lo que opino de tu amistad!.
Aprovecho también para saludar amistosamente a los compañeros de La Compañía que leen este blog con tanto interés.
Halaaaaaaaaaa, más de un mes sin manifestarte...
Qué fatal.
Definitivamente, un blog abandonado... con lo graciosico que era... snif!
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