lunes, 11 de agosto de 2008

A las Puertas de Mordor...

Tras varios días de andar incesante y satisfactoriamente estamos a 20 Km de Santiago, en un pueblo cuyo nombre sería incapaz de memorizar aunque quisiera. Y es que mi cerebro ha demostrado no ser apto, tampoco, para aprender nombres de pueblos gallegos. Me acuerdo de que empiezan por una letra, que tienen una "a" en medio etc, pero nunca llego a sabérmelos del todo.


Voy a exponer a continuación unas breves razones por las que estoy hasta los cojones de la hostelería gallega.


Los camareros son los seres más lentos del mundo, a la par que el perezoso y otros prodigios de la naturaleza (aunque por aquí en general la gente es un poco lenta de más...). Yo creo que es porque aquí en general todo funciona al ritmo de las vacas. El ritmo de vida lo marcan las vacas, ellas mugen, pastan y defecan, defecan mucho. La frontera entre León y Galicia se diferencia principalmente por los excrementos de vaca. Por todas partes.


Pues eso, que aquí la gente va a ritmo de la vaca de Milka y entre eso y que la legua esa que usan es como la de los Ents tardan así como una media de 15 minutos en ponerte una puta caña. El timing medio del menú suele estar en la hora y pico larga, a lo mejor para ponerte un jodido trozo de pulpo. Da igual que el bar esté vacío porque siempre habrá cosas que hacer antes que atenderte a tí como por ejemplo... mirar al vacío de manera inexpresiva, que suele ser el gesto propio de los camareros gallegos.


Una cosa graciosa que tienen, aunque para mis gustos mediterráneos es un tanto exótica, es que todo plato se acompaña con una ración de moscas. Ha de ser también, evidentemente, producto de las vacas, que las generan en exceso y algo habrá que hacer con ellas. Es como cuando fui a Alemania y toda el agua era con gas, supongo porque aún les sobraba de la guerra. Pero no hay mal que por bien no venga, porque puedes aprovechar para mejorar tus habilidades shaolin cazándolas con la mano. En realidad se agradece para matar el tiempo.


Uno de los motivos de que tarden tanto es que no usan bandejas. Te traen las cosas de una en una, da igual que atiendan a una mesa de quince personas, pasito a pasito rapaziños!!! Durante estas largas travesías por el bosque he pensado en dejarlo todo y montar un negocio de bandejas aquí en Galicia. Si va bien diversificaré la producción al insecticida.


Otra cosa curiosa es que te traen la comida pero no el pan ni los cubiertos. Tal vez comer con las manos sea una costumbre local pero yo recuerdo que eso era cosa de los romanos y por lo que yo estoy comprobando tal vez no llegaron tan al norte de la península como las fuentes históricas nos aseguran...


Además es que les pides una cosa y se les olvida. Eso suele ser porque te atienden rapaziños que normalmente trabajan en el bar familiar y tienen menos ganas de currar que el actual ejecutivo. Si les pides tres cafés se olvidarán de dos de ellos. Yo creo que si ven a un ecuatoriano apuntando los cafés en una PDA lo confundirían con Robocop.


Voy a parar que se me está jodiendo el karma...


Voy a darle una última oportunidad a un restaurante decente en Santiago: exigo que no haya moscas, que tarden menos de diez minutos en ponerme cada cosa, que me pongan los putos cubiertos en la mesa sin que tenga que pedirlos mediante una instancia y no ser atendido por un teenager bordelino de la España rural.


La pulpería Ezequiel, en Melinde (o Melendi, o como sea), merece un post aparte, pero eso será otro día.

12 comentarios:

Antonio Rentero dijo...

Es lo que tiene el sur, acostumbrados como estamos al turismo masificado, la hostelería se desarrolla y digievoluciona cual Pokemon protéico capaz de recorda a la perfección 18 cafés de sobremesa pedidos de 18 maneras distintas (sólo, con leche, con leche natural, descafeinado, bombón, cortado, con "chorrión", de sobre, de máquina, con anís, con "golpesico", irlandés, asiático, largo, americano, expreso, el mío con hielo, yo con sacarina...) y además servírselo exactamente a quien lo pidió.

Contaba un amigo que un verano, en el típico chiringuito de playa con dos millones de comensales pidiendo todos a la vez paellas, chopitos, bravas, carne a la brasa, otra jarrica de cerveza... el camarero, sudoroso, corriendo de lado a lado y asintiendo a todo el que le pedía algo, finalmente, en un momento de agobio en que debió verse superado, se paró en medio del restaurante, se puso con los brazos en jarras y pronunció esta mitica frase:

-Por favor, que no somos "robores"!!!

(Nota del Traductor: robores = plural popular e informal de "robot"). Y tal.

sushi de anguila dijo...

jajajajajajjjaaaa....me parto...ni Chesterton escribía mejor...¿A qué esperas, JOE? ¿No crees que contando tus peripecias santiaguinas te puedes megaforrar...?

Ayer mnatuvo una discusión con una joven que defendía que los libros de El Marqués de Sotoancho son la caña (pobreta)....y yo te aseguro que al lado de cómo escribes y de las cosas que cuentas, ni el propio Ussía podría hacerte sombra...

En ESPAÑA tenemos a gente como Eduardo Mendoza o Juan Eslava Galán, tan mordaces en lo suyo, pero que ya quisieran...

Javier Reverte, que me encanta, vive a base de libros de viajes estupendos en los que narra una serie de anécdotas que, al lado de las tuyas, palidecen por insulsas... Ya os lo digo siempre a Rentero y a tí...cuando os animéis a esacribir en serio, podéis llevaros una sorpresa de lo más positiva...genios...

Una curiosidad: ¿cómo volvéis el trío desde Santiago? Imagino que lo de volver a patear el camino recorrido no es la opción válida...un abrazaco de oso polar y muchas fuerzas pa la vuelta, que ya me contarás... hombre libre de toda mácula...

P.D: Ardo en deseos de leer la crónica de pulpería 'Melendi'...algo digno de la mejor Alboroque...

Lo de la fábrica de insecticida suena bien....y luego los finolis del norte piensan que los del sureste somos como una especie de mauritanos devorados por las moscardas....hay que joerse....

Antonio Rentero dijo...

Al final tendremos que hacer caso a estos aduladores insensatos, que ignoran que cuando nos animemos les tocará tragarse los tochos que salgan de nuestras "desinquietas" mentes...

sushi de anguila dijo...

Pa tochos los de otros mediocres pertenecientes a la 'intelligentzia' y que, además, se forran por contar cuatro cacas...tu ya sabes que si me pones cuarto y mitad de Spitfire, medio kilo de Messerschmitt y una pizca de Heinkel, me leo lo que me echen...y si el elegido es un Nakajima, ni te cuento....

Antonio Rentero dijo...

Si logro meter mis historietas romanticonas en una ambientacion que precise de un Spitfire o un kamikaze por cojones que me presentas el libro :-)

sushi de anguila dijo...

Hecho!!! Será un honor....posibilidades hay muchas...y si no mira esos pastelazos que son 'La colina del adiós' y 'Los puentes de Toko-Ri' (Guerra de Corea) o 'La calle del adiós' (2 Guerra Mundial) y 'EL puente de Waterloo' (1 GM)...UN ABRAZO, Y A POR LAS MUSAS, QUE TAMBIÉN SON ALADAS...

Goliadkin dijo...

Sushi, cada día admiro más tu faceta de crítico literario por lo acertado de tus comentarios, como aquí evidencias.

Yo no necesito anécdotas, las anécdotas siempre están allí para el que quiera o pueda verlas. Es la mirada.

Por otra parte amigos, la prosa me aburre sobremanera, así que tendréis que esperar a que me sepulten las deudas de juego para que decida poner mi indubitado talento al servicio del bien. Además, aún cometo faltas de ortografía.

A ver si juntamos estos tres cerebros un día en torno a una botella.

Saludos!

sushi de anguila dijo...

Ni que decir tiene que la botella, mientras no sea de wiskey, la pago yo...por cierto, Goliadkin, anoche compartí velada con unos personajes madrileños amigos de Álvarez del Manzano alucinantes...por lo peculiares...en un momento dado, el que más se parecía en el físico, modales y habla, a José Luis de Villalonga, que se merece un libro pa describirlo a él solo, llamó a su contertulio y anfitrión 'snob' por los manjares y bebidas tan selectas que les estaban sirviendo...y ahí me vi forzado a intervenir en defensa del veterano cicerone y le esclafé al Villalonga-bis: "De snob nada...a mí me parece un purista, y que ademas propugna el ofrecerles a sus invitados lo mejor de lo mejor"...

Ni que decir tiene que el anfitrión acogió con alborozo mi piropazo, pero es que...¿cómo se puede llamar 'snob' a alguien que cumplimenta a los comensales con un vodka Absolut aromatizado con tres prensados de mandarina?...que estaba de lujo, y ya sabes tú que los alcoholes de tal calibre son nitroglicerina para mi hígado....

Ya me contarás todas tus aventuras gallegas....y espero, de corazón, que no haya que recurrir al cobrador del frac para que plasmes todo tu talento negro sobre blanco en papel....piensa en los millonazos que estás dejando pasar delante de tus narices, estimado y admirado compañero de niponadas...

¡Saludos!

Antonio Rentero dijo...

Y ya si la botella la acompañamos de una previa cena... :-)

Conch dijo...

Acho vuelve!

Me uno a lo de la botella, la cena, lo que haga falta, ya me conocéis...

Anónimo dijo...

menudo gañán

Conch dijo...

Vuelves o que?
Sé que sigues vivo porque me han dicho que te veré el sábado...
Hasta entonces, besicos, y espero que hayas pasao buen verano y el camino de Santiago y los galleguiños huevones no acabaran contigo.