lunes, 31 de marzo de 2008

A lo que me dedico en vacaciones


Hoy una listilla me ha preguntado que a qué me dedico en vacaciones. Pues te lo voy a contar:

- Miro compulsivamente el correo electrónico del trabajo.
- Intento hacer que el pijama se convierta en mi segunda piel.
- Intento comprar el Hagakure, pero no queda.
- Me sorprendo de la cantidad de hombres en edad laboral que hay en el supermercado un día no festivo como hoy. Está la cosa muy mala.
- Vigilo mis inversiones.
- Aprovecho para cumplir algunos compromisos con mis numerosos patrocinadores.
- Como apio.
- Digiero apio.
- Duermo la siesta.
- Soy despertado de la siesta por un cliente francés que se ha confundido y no quería llamarme.
- Me confundo de dirección con el coche y acabo en la otra punta de la ciudad, porque si hago ese recorrido con la luz del día (como me ha pasado, al ir más temprano) es que es viernes y tengo que ir a la otra punta de la ciudad y no a donde me he dado cuenta de que tenía que ir realmente.
- Kiri kaeshi.

Como ves, ante todo, no me dedico a hacer entradas en el blog...

domingo, 30 de marzo de 2008

Si te quedaran 24 horas de vida ¿en qué las emplearías?


Con el título de "Ikigami" se publica actualmente un manga muy recomendable. En el enlace se detalla su argumento, que resumo.

Un presente semejante al actual, en un Japón totalitario existe la llamada "Ley para el sostenimiento de la prosperidad nacional" por la que en las campañas de vacunación infantiles se inserta aleatoriamente en un 0,1 % de las vacunas una cápsula que provocará la muerte al sujeto durante la franja de edad de los dieciocho a los veinticuatro años (hay un complejo sistema para garantizar la aleatoreidad de los vacunados con la cápsula, el momento en que ésta se activará y la confidencialidad de esta información) . El Ministerio de Sanidad y Bienestar social emplea unas notificaciones, los ikigami, para comunicar al sujeto el momento de su muerte con 24 horas de antelación mediante unos funcionarios llamados Mensajeros. El manga lo protagoniza uno de estos Mensajeros y narra la historia de éste y de los notificados con los ikigami, sus reacciones ante su inmediata muerte.

La clave del éxito de la historia es provocar en el lector la reflexión de en qué emplearía sus últimas 24 horas de vida, comparándose con unos personajes con los que empatiza de inmediato.

Lo que extraña sobremanera al lector occidental es el fundamento de esa Ley, extracto del cómic (en boca de un funcionario del Ministerio): "Así mismo, la población crece sabiendo que puede llegarle la muerte en cualquier momento. Ese miedo es lo que hace que su percepción del 'valor de la vida' sea mayor y contribuye a construir una sociedad que siempre mira hacia adelante".

Se trata de una perversión (por lo impuesta, fundada en el "miedo") de la filosofía propia de los samurais, frecuentemente empleada como sustrato de posturas ultranacionalistas en la historia moderna de Japón.

Como ejemplo, el comienzo del libro El Código del Samurai, de Daidoji Yuzan: "Un samurai debe ante todo tener constantemente en mente, [...] el hecho de que un día ha de morir. Ésa es su principal tarea. [...] Pues la existencia es tan impermanente como el rocío al atardecer y la escarcha de la mañana y especialmente incierta es la vida del guerrero; y si piensa éste consolarse con la idea del servicio permanente a su señor o la dedicación perpetua a los familiares, puede suceder cualquier cosa que le haga descuidar sus deberes hacia su señor y olvidar las obligaciones hacia su familia. Pero si decide simplemente vivir el hoy sin preocuparse del mañana, de forma que cuando se halla ante su señor para recibir sus órdenes piensa en ellas como si fuesen las últimas, y cuando contempla los rostros de sus parientes siente como si nunca los fuera a ver de nuevo, su deber y consideración hacia ellos serán completamente sinceros, al tiempo que su mente estará de acuerdo con la vía de la Lealtad y del Deber Filial".

La premisa de la historia, la "Ley para el sostenimiento de la prosperidad nacional" no se comprende sin conocer la herencia que en el carácter de la nación japonesa han dejado los samurai, su manera de entender el "carpe diem", por decirlo así.

viernes, 28 de marzo de 2008

¿Payetes?


Primero dejaron de reemitir por trigésima vez Bola de Drac,
pero como la había visto todas las veces y la tenía grabada
no me importó.

Luego dejaron de poner "El día después",
pero como me jodía que el Michael Robinson conservara el acento tras décadas de vivir en España no me importó.

Después cambiaron a Mercedes Milá por Pepe Navarro para presentar Gran Hermano
pero como yo he venido a hablar de mi libro y todavía no he podido
no me importó.

Ahora Supermodelo 2008 va a ser mixto,
pero ya es demasiado tarde.

jueves, 27 de marzo de 2008

Deme mi sashimi...


En menos de un mes he intentado comer sashimi en un restaurante en dos ocasiones. Y digo "he intentado" porque he topado con la bonhomía del "tipo que atiende las mesas" (me niego a darle otro nombre) que poniendo en riesgo su integridad física (aunque él no lo supiera) me lo negó como San Pedro a Jesucristo, aunque por dos veces.

La primera iba con mis jefes y, copón, resulta que en su opinión las croquetas, el huevo escalfado con crema de champiñones y trufa, el foie y la ensalada de queso de cabra e ibéricos (uno por cada uno de los tres comensales) el sashimi al centro y el plato principal "...psss... ¿no va a ser mucho?, mejor les quitamos el sashimi, ¿no?".

Second chance: iba con mi familia y lo mismo... "bueno... mira, no te voy a poner el sashimi, pero tengo un tataki...", así como haciéndome un jodido favor.

Esta actitud está en la mejor tradición de los "profesionales que hacen lo que les sale de los cojones a pesar de lo que tú les digas". Os resulta familiar ¿verdad?. Pongo algunos ejemplos:

- A la amable petición de "¿Me pasas un tres por arriba y un dos y medio por los lados?" responde la esmerada peluquera: "Mejor te paso un cuatro por arriba y un tres por los lados..." Y lo hizo.

- "Póngame esa lubina, gracias"... El pescatero: "¡¡¡pues te voy a poner un bakalao!!!"

- Ya lo último de lo último: "Deme una caja de Couldina"... "A mi el Frenadol me va mucho mejor, pruébalo" mientras pasaba el código de barras, del Frenadol, obviamente, por el lector... Manceba...

Alguna vez, alguna vez he estado tentado de responder algo así como Al Pachino en Taxi Driver "Are you tolkien to me?", o tal vez "¿insinúa que no sé lo que quiero en la vida?"

Pero hay casos de auténtica genialidad. En el retorno a casa en una de esas noches de fiesta en las que salíamos a "controlar el ki", parábamos de vuelta a las seis de la mañana en un bar-restaurante de una gasolinera . Yo acudí para comprobar el mito, pues unas semanas antes dos amigos me comentaron la siguiente escena:

- "Ponme un solo... Y a mi un cortao"

- A lo que el camarero respondió "¿Solo? ¿Solo? Tú lo que quieres es una lasaña... Y tú un platico de asao"...

Y se los puso. Y se los comieron. Y les pareció genial. Y a mi también...

Y yo le pedí un solo (mis amigos pidieron sus habituales raciones de lasaña y asado) y acabé intentando digerir durante todo el fin de semana los tres donuts rellenos que el tipo me sirvió sin compasión y sin que yo se los pidiera.

¿Tal vez si vuelvo a esa gasolinera y pido un asiático pueda degustar al fin mi sashimi?.

miércoles, 26 de marzo de 2008

La gran duda de Tila Tequila



Con este título más propio de una coproducción hispano-americana protagonizada por Andrés Pajares y Chevy Chase emite MTV España un reality show de contenido erótico festivo soft (A Shot At Love With Tila Tequila) que va de lo siguiente: Tila Tequila es una tremenda así pequeñita que no tiene más quehacer que ser hermosa y se dedica a ser modelo y al mundo de la farándula en general.

La han metido en una mansión con dieciséis lesbianas y dieciséis tíos que intentan ligársela aunque creían, respectivamente, que ella era lesbiana y heterosexual. En el primer programa Tila confiesa su bisexualidad y les dice que está buscando "una persona especial".

Llamadme sensible pero ese concepto ya se me había ocurrido a mi, o sea, lo de meter a diecisiete lesbianas removidas en una casa y poner muchas cámaras (los payos sobran en la ecuación). Lo que en España no deja de ser una visión del Valhalla en EEUU puede hacerse realidad. Por eso la llaman la tierra de las oportunidades.

A lo que vamos. El pasado viernes me vi un maratón con los tres primeros programas y lo alucinante es (y ahora sí llamadme sensible) que tanto la propia Tila como el resto parece que realmente... o sea... que lo viven de verdad, los sentimientos y esas cosas. Me refiero a que yo creo que ella busca entre los concursantes una pareja y que éstos se están colgando de Tila. Love is in the air.

Si Gran Hermano nos ha enseñado algo es que más barato que contratar actores para engañar al respetable es hacer un casting entre gente normal y dejar que sean ellos mismos. América es muy grande y Tila, aparte de estar muy buena, es un encanto así que me creo que esa gente auténticamente se esté enamorando de ella. Se les ve en las caritas que ponen.

Es un programa muy romántico.

Yo iba a quitarme ONO pero voy a esperar un poquito.

lunes, 24 de marzo de 2008

Dialling under the influence (Lección primera)

¿Cuantas veces la mañana después despertaste sobresaltado y te has arrastrado hasta tu móvil deseando que todo haya sido un mal sueño? Es en ese preciso instante en que miras la agenda de llamadas salientes o el buzón de salida de los SMS cuando tomas conciencia de que has vuelto a hacerlo otra vez: has llamado o enviado un SMS bajo los efectos del alcohol, con las nefastas consecuencias que eso suele conllevar.

¿Por qué si la humanidad ha sido capaz de enviar a uno de nosotros a la luna y de hacer que el tiranosaurio de Parque Jurásico pareciera de verdad no ha inventado, te preguntas, algo para evitar este eterno retorno?

Pues sí que lo ha hecho.

Virgin Mobile Australia podría salvar tu alma. Solo tienes que mudarte a un país en el que te puedes encontrar una zarigüella en la caja de cereales o una tarántula en los calzoncillos o ser atacado salvajemente por un koala mutante con mala leche sin motivo aparente.

Yo creo que todo ello sale a cuenta porque al otro lado de la balanza está este maravilloso servicio de telefonía móvil: Dialling under the influence. Básicamente consiste en que, previendo una más que probable actio libera in causa provocada por el abuso del alcohol (o cualquier otra sustancia), es el propio titular de la línea el que, previamente, activa el servicio. Entonces el operador bloquea (literalmente blacklisting) el número que se elija evitando que llames o mandes un SMS psicópata totalmente ciego (o en cualquier otro estado provocado por cualquier otra sustancia) a tu novia, ex novia, rollete, jefe, ex jefe, suegra, dentista, etc. El servicio se desactiva a las seis de la mañana del día siguiente, cuando se supone que vuelves a ser persona.

Es el descubrimiento más útil desde el fuego o los post it.

Sin embargo, como todo buen sistema, éste tiene su quiebra: se supone que puede desactivarse con un código para casos de emergencia y digo yo que, mira, eso es incongruente puesto que precisamente en ese momento tal llamada o tal SMS te parecen lo más urgente del mundo ¡copón!

Es probable, solo probable que al inimputable aún le quede el suficiente uso de razón para desactivar el servicio y arruinar su vida. Yo pienso que debería salirte un contestador automático de esos de asistencia al cliente, podría ser algo así como: "Si desea insultar a su novia: marque uno... Si desea decirle que la quiere mucho: marque dos... (bip...) Ha elegido vd. insultar a su novia. Si desea decirle que es una zorra: marque uno. Si desea decirle que cómo ha sido tan puta para hacerle eso: marque dos...". Y así sucesivamente.

Así seguro que acababas durmiéndote mientras tanto, o tirando el móvil por la ventanilla del coche, o vomitándolo encima.

Por Dios... cualquier cosa menos lo de siempre...

domingo, 23 de marzo de 2008

Érase una vez


Tras largos segundos de meditación hace un par de noches llegué a la conclusión de que debía tener un blog. Estas disquisiciones anidaron en mi cabecita cuando, repentinamente, advertí que un alto porcentaje de amigos y conocidos tenía ya un blog.

Mi sentido de la cortesía no dejaba de incitarme a difundir la genialidad de muchos de ellos poniendo enlaces en mi propio blog y empecé a sentirme culpable por mi apatía. Sin embargo, he encontrado variados motivos egoístas para iniciar esta empresa, a saber:

- Ser pedante de una manera más inocua (para mi persona) que de ordinario.
- Cometer faltas de ortografía.
- Poder remitirme al contenido del blog para evitar conversaciones con otros seres humanos, por ejemplo: "Tienes razón tio, yo comenté algo parecido en mi blog, que no entras nunca copón. Oye, me estoy quedando sin batería..."
- Decir que tengo un blog.
- Ocultar que tengo un blog.
- Emplear más a menudo la palabra blog, porque es así onomatopéyica y me hace gracia. Además sirve para quitarse la carraspera...
- Escribir de vez en cuando sin pretender crear el Ada o el ardor o Pandémica y celeste.
- Muchas más, inofensivas a la par que inconfesables.

En cuanto al título del blog informo que es una variación del de un ensayo del escritor japonés Yukio Mishima, a quien he descubierto recientemente. Hablaré brevemente de él más adelante, sólo deciros que merece la pena investigar un poco sobre su vida y, sobre todo, su muerte, realmente extraordinaria en un sentido bastante amplio, la verdad.

Venga, lo confieso, yo quería algo que rimara con Logroño pero no se me ocurría nada...